
❤️LOS milagritos en Real de Catorce
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Algunos viajes te cambian para siempre. Este me ofreció más que un paisaje: me ofreció una perspectiva.
🚪 El túnel a otro mundo
Para llegar a Real de Catorce, primero hay que quererlo. Este místico pueblo, encaramado a más de 2700 metros de altitud, parece guardar sus secretos tras una montaña. Solo hay una forma de entrar: el Túnel de Ogarrio. Un estrecho pasillo excavado en la roca, que solo permite el paso de un vehículo a la vez.
No es solo una carretera: es una esclusa de aire. Una entrada a otro ritmo, a otro mundo.
Recuerdo esperar en el coche, inmóvil. El silencio. La oscuridad. Luego, la luz a la salida, y la sensación de cruzar un umbral sagrado. Nunca olvidaré ese momento.
🌀 Real de Catorce, entre piedras y oraciones
Antaño un próspero centro minero, el pueblo quedó prácticamente desierto a finales del siglo XIX. Sin embargo, nunca se extinguió del todo. Se transformó. Hoy, Real de Catorce es un importante lugar de peregrinación espiritual, especialmente para los huicholes (wixárikas), quienes acuden a celebrar la tierra sagrada y al dios sol.
Pero era yo, un simple viajero, quien iba a vivir un encuentro que marcaría mi vida.
✨ Milagritos y milagros silenciosos
Entré a la parroquia de la Purísima Concepción casi por casualidad, atraído por una luz dorada. Allí descubrí un mundo de hojalata y fervor: corazoncitos, brazos, piernas, ojos... colgados de las paredes como oraciones congeladas en metal.
Estos milagritos son ofrendas votivas. Objetos que se ofrecen para agradecer la sanación, el amor redescubierto o el miedo apaciguado. Pero eso no era todo.
Lo que realmente me conmovió fueron los dibujos. Hojas en blanco, llenas de colores torpes, faltas de ortografía, pero también pura sinceridad. Contaban historias reales. Un niño salvado, un accidente evitado, un amor salvado. Trozos de vida ofrecidos al mundo para que los viera.
Y allí, de pie ante ese muro vibrante de humanidad, entendí: estos pequeños objetos nos recuerdan una cosa esencial: creer.
🕊️ San Francisco de Asís: el santo que no quería irse
En Real de Catorce, los milagritos están vinculados a San Francisco de Asís. Cuenta la leyenda que su estatua se negó a ser trasladada. Desde entonces, cada 4 de octubre, el pueblo recibe a decenas de miles de peregrinos que acuden a agradecer al santo y compartir sus deseos, temores y esperanzas.
Ese día, el pueblo se convierte en un mar de velas y canciones. Y en cada ofrenda, un corazón que habla.
Y fue allí, caminando por los callejones de Real de Catorce, con el corazón todavía conmovido por ese muro de exvotos, que quise saber más.
❤️ Aprendí que estos pequeños objetos, tan poderosos en su simplicidad, están hechos de estaño, plomo o aluminio; a veces también de bronce o latón, como el que vi. Los artesanos los elaboran y los venden en mercados, y los fieles los cuelgan en santuarios, capillas o altares. Se encuentran en San Juan de los Lagos, entre otros, y, por supuesto, aquí en Real de Catorce.
💫 Milagritos : símbolos de amor, miedo y esperanza

Cada milagrito cuenta una historia. Estos son algunos de los símbolos más comunes:
❤️ Un corazón para el amor, las emociones o la sanación emocional.
👁️ Un ojo , una pierna o un pulmón para la salud física
🐎 Un caballo para protección durante el viaje.
🏠 Un hogar para un nuevo comienzo o un hogar protegido
Se elaboran a mano, a menudo con peltre o latón, en pequeños talleres familiares. Se pueden colgar en un altar, llevar en una bolsa, coser a la ropa o simplemente colocar en algún lugar para que no se olviden.
🧵 Los milagritos de Unni Atelier: artesanía y memoria viva
En Unni Atelier, quise extender esta magia. Ofrecer a Francia un trocito de este México íntimo. Cada milagrito que selecciono está hecho a mano, con mimo y alma.
Pueden decorar tus paredes, tus altares, tus espacios personales. Pero aún más: pueden convertirse en tus voces silenciosas. Porque adoptar un milagrito no se trata solo de comprar un objeto. Se trata de hacer espacio para una emoción. Para una historia.
🌱¿Por qué recibir a un milagrito en tu casa?
En un mundo acelerado, los milagritos nos invitan a reducir la velocidad , a sentir , a creer .
- Para honrar una prueba superada
-
Conceder un deseo a alguien a quien amas
-
Recordar que tenemos derecho a la esperanza, siempre
No hacen ruido, pero hablan al corazón.
🧡Un pequeño milagro en casa
Al adoptar un milagrito de Unni Atelier, no estás comprando un producto:
Adoptas una historia, una tradición, una oración.
Es un gesto del corazón.
Un puente entre culturas.
Un aliento de México en tu vida diaria.
Cada producto de Unni Atelier se selecciona como un milagrito: hecho a mano, con mimo y con alma. Cada pieza lleva el alma de un milagrito, y a menudo, un pequeño milagrito la acompaña, integrado en el objeto o en una tarjeta. La imagen y los valores de Unni Atelier nacen de estas pequeñas piezas llenas de esperanza.
Toda la identidad visual, los valores y la esencia de Unni Atelier se inspiran en estas pequeñas y esperanzadoras piezas de peltre. Nos recuerdan que, a veces, basta con un símbolo para reavivar la fe, la memoria o el amor.
✨Descubre nuestros milagritos y deja que la magia suceda.